
Ya sea en una tienda, una oficina o un evento, muchas marcas siguen apostando únicamente por lo que se ve y se escucha. Pero lo que realmente conecta, lo que permanece, es lo que se siente. En un mundo que pide menos saturación y más significado, el marketing olfativo es una herramienta poderosa para transformar ambientes en experiencias sensoriales que despiertan emociones, activan recuerdos y refuerzan la identidad de marca desde lo esencial. ¡Acompáñanos y descubre el poder de un aroma bien contado!

¿Cuál es el impacto del marketing olfativo?
Una clienta entra a una tienda. No sabe por qué, pero frena. Respira. No se puede ver a simple vista; sin embargo, se ha dado cuenta de que algo huele distinto en ese espacio y quiere quedarse un rato más.
Es el aroma. Cálido, envolvente, lo que la hace querer quedarse. Con notas de vainilla y madera seca. En menos de cinco segundos, algo cambió: el lugar ya no es solo una tienda, es un refugio, un espacio que la transporta a la esencia de la marca.
“Las personas recuerdan el 35% de lo que huelen, frente al 5% de lo que ven, 2% de lo que oyen y solo 1% de lo que tocan. El olfato tiene un acceso directo a la memoria y la emoción, y por eso, un aroma puede convertirse en el latido invisible que hace que una marca sea inolvidable.”
-Smell and Taste Treatment and Research Foundation
¿Qué es el marketing olfativo y por qué está revolucionando el branding?
Es una estrategia de branding sensorial que utiliza aromas diseñados especialmente para conectar emocionalmente con las personas a través de un olor que refleja el ADN de una marca. No se trata solo de que un lugar “huela bien”, sino de provocar sensaciones, evocar recuerdos, generar identidad para instalarse en la memoria.
Se trata de crear atmósferas que hablen sin decir una palabra. De provocar. De quedarse. De hacer que el aroma sea parte del alma de la marca. Y en ARDE lo hacemos todos los días.
Mira cómo exploramos el branding sensorial a través de nuestras fragancias en productos de aromaterapia.

Branding desde el olfato
El marketing olfativo usa el poder del olfato -el sentido más visceral, el que va directo a la emoción- para hacer que tu espacio no solo se vea, se escuche o se lea… sino que se sienta. Al activar estas zonas del cerebro, un buen aroma puede hacer que un lugar cualquiera se transforme en un universo propio: uno que hable el lenguaje invisible de tu marca.
Porque cuando un lugar tiene un aroma propio, ya no es solo es un lugar. Es una experiencia. Una que respira. Una que no se olvida.

Beneficios del marketing olfativo
Un aroma bien creado no solo comunica: envuelve, invita a quedarse. Está comprobado que una ambientación olfativa adecuada, hace que las personas se queden por más tiempo y lo recuerden mucho más.
Un estudio de marketing sensorial aplicado a marcas de retail globales lo confirmó. Mood Media y la agencia de neurociencia del consumidor Walnut Unlimited demostraron que incluir estímulos sensoriales como el aroma puede elevar las ventas en un 10%, extender el tiempo de permanencia por más de 6 minutos y mejorar el estado emocional de los clientes en un 28%. Cuando el ambiente se siente, la experiencia se transforma, y con ella, los resultados.
Porque mientras más tiempo alguien respira tu espacio, más se conecta, más explora, más recuerda. El aroma se convierte en un ancla emocional: cómodo, familiar, magnético. Puede ser la diferencia entre una visita fugaz y una experiencia que se queda, se instala y se respira para siempre. Eso contribuye a la recordación de marca.

Caso de éxito: Dunkin' Donuts y su estrategia de marketing olfativo en Corea del Sur
Dunkin’ Donuts lo entendió muy bien. En Seúl, decidieron encender las mañanas con más que solo publicidad: colocaron dispensadores de aroma a café en autobuses que se activaban al sonar sus anuncios de radio. Mientras las personas escuchaban la campaña, el olor a café recién hecho flotaba en el aire.

El resultado: las visitas a tienda aumentaron un 16% y las ventas de café subieron un 29%. Pero lo más potente no fue la estadística, fue la asociación emocional. Después de esa campaña, cuando la gente pensaba en su café de la mañana, pensaba en Dunkin'. Y claro, también en una dona. Así de poderoso puede ser un aroma bien contado.
Cómo implementar el marketing olfativo
No se trata de poner cualquier aroma y esperar que haga magia. El marketing olfativo, cuando se hace bien, no es decoración: es estrategia, sensibilidad y conocimiento. Es entender que el olor de tu espacio también dice quién eres como marca.
Primero, hay que ir al núcleo: ¿Cuál es el ADN de tu marca?, ¿Qué emoción quieres que la gente sienta cuando cruza tu puerta?, ¿Qué historia quieres que se respire sin decir una palabra?, ¿a qué huele tu identidad?
Después viene la creación del aroma. Y no, esto no es solo fragancia. Es branding sensorial. Es diseñar un aroma que refleje tu voz, que tenga el tono exacto de tu marca, que hable en tu idioma invisible. Un aroma que no solo guste, sino que marque y que resuene con tu audiencia. Es tu sello inconfundible.
Y finalmente, está la puesta en escena: desde cómo se difunde en el espacio, hasta cómo se integra con la atmósfera. Todo importa. Porque cuando el aroma está bien aplicado, ya no está solo en el aire, está en la mente, está en el recuerdo, está en el corazón.

3 errores a la hora de implementar el marketing olfativo
Como toda herramienta poderosa, el marketing olfativo puede volverse contraproducente si se aplica sin intención o sin estrategia. No se trata de poner un difusor y esperar milagros. Se trata de construir una estrategia de branding sensorial tan pensada como cualquier otro pilar de tu identidad. Un aroma de marca no se improvisa. Estos son algunos de los errores más comunes (y más costosos):
1. Usar aromas genéricos
No basta con que un espacio huela bien. Sí el aroma no está alineado con tu esencia de marca, no conecta, no comunica y acaba por convertirse en ruido sensorial. Y el ruido desconecta. Una fragancia genérica puede hacer que tu negocio se sienta como cualquier otro, o peor, que no se sienta en absoluto. Un aroma de marca debe ser único, reconocible, emocional y para eso es necesario pasar por una consultoría sensorial para encontrar el aroma ideal para tu marca.

2. Aplicarlo de forma inconsistente
La coherencia es clave en el marketing olfativo. Si tu tienda huele distinto a tu showroom o si el aroma cambia con cada visita, estás rompiendo la experiencia. El aroma debe convertirse en una firma sensorial: constante, familiar y propia. Eso es lo que lo instala en la memoria y hace que forme parte de tu identidad de marca.
3. Pensar que el aroma es solo decoración
El olfato no es un detalle decorativo, es el sentido más emocional y poderoso. Tratar el olor como un accesorio es perder una oportunidad de conexión profunda. El marketing olfativo no está solo para ambientar. Es para emocionar, recordar y construir marca desde lo invisible.

¿Cómo saber si tu marca está lista para usar marketing olfativo?
Hazte estas preguntas:
¿Tu marca busca generar experiencias más emocionales o sensoriales?
¿Tienes claro qué emoción debería despertar tu marca cuando tus clientes entren a tu tienda?
¿Quieres que las personas recuerden tu negocio incluso después de salir del local?
Si respondiste "sí" a la mayoría, es hora de pensar en tu aroma de marca.
Hablemos de tu aroma de marca
En ARDE, creamos aromas con intención. Si estás pensando en transformar tu espacio en una experiencia que se respira, hablemos. Te ayudamos a encontrar el olor que enciende tu marca.
